💰 ¿Vale la pena pedir un préstamo para tu emprendimiento?
✅ SÍ vale la pena si...
Tu negocio ya genera ingresos
Si ya tenés ventas y necesitás capital para escalar lo que ya funciona, puede ser una gran jugada.
Por ejemplo: aumentar stock, mejorar infraestructura, contratar personal o invertir en marketing con retorno probado.
Tenés claro cómo lo vas a devolver
No se trata solo de pagar la cuota, sino de asegurarte que el préstamo genera más de lo que cuesta.
Si tomás $100.000 con un interés del 30% anual, ¿vas a generar al menos $130.000 gracias a esa inversión?
El dinero se usa para producir más, no para “tapar agujeros”
No deberías usar un préstamo para pagar deudas viejas, gastos personales o cubrir pérdidas sin una solución real.
Tenés control financiero y previsibilidad
Conocés tus costos, márgenes, flujo de caja y tenés un presupuesto claro. Si no, estás a ciegas.
❌ NO vale la pena si...
Estás recién empezando y no tenés ventas aún
Endeudarte para lanzar un producto sin validar es altísimo riesgo. Podés quedarte sin ingresos y con una deuda encima.
No sabés en qué vas a usar el dinero
Pedir “por las dudas” o sin un plan es una receta para el desastre financiero.
Lo usás para gastos operativos recurrentes
Si necesitás un préstamo todos los meses para sobrevivir, el problema es de modelo de negocio, no de capital.
No entendés las condiciones del préstamo
Tasas, comisiones ocultas, plazos: si no lo leés todo o no lo entendés, mejor no firmes nada.
📊 ¿Y si no pido préstamo? ¿Hay otras opciones?
Sí, algunas alternativas:
Aceleradoras o inversores ángeles (si estás en fase inicial y tenés un proyecto innovador).
Preventa o crowdfunding: vendé antes de producir, así financiás con tus propios clientes.
Programas gubernamentales o subvenciones (suelen tener mejores condiciones).
Asociarte estratégicamente con alguien que aporte capital o recursos.
Comentarios
Publicar un comentario